Si te preguntas cuándo caduca el certificado energético y por qué es obligatorio contar con este documento, debes saber que esta obligación se encuentra regulada en el Real Decreto 390/2021, de fecha 1 de junio de este año y que puedes consultar en el BOE.
¿Qué es el certificado energético?
El certificado energético es un documento que sirve para calificar la eficiencia energética de un proyecto de obra, un edificio de obra nueva o ya existente; así como reformas o ampliaciones realizadas sobre un inmueble a partir de las características de dicho edificio u obra. A través de este proceso de calificación se comparan los cálculos y mediciones de la energía de dicho inmueble y se expide un certificado.
Hoy en día existen tres tipos diferentes de certificados energéticos: de proyecto, de obra terminada y de edificio existente. Estos tres certificados pueden definirse como la documentación suscrita por un técnico cualificado después de realizar un proceso de certificación en el que se recoge información sobre las características energéticas del inmueble, la calificación de eficiencia energética y las recomendaciones para mejorar los niveles de eficiencia.

¿Y qué es la eficiencia energética? Se trata de un término que sirve para medir o calcular el consumo de energía que se cree es necesario para satisfacer la demanda energética de un inmueble, en condiciones de funcionamiento y ocupación normales. Este término incluye la energía consumida en diversas actividades cotidianas como: calefacción, refrigeración, ventilación, agua caliente e iluminación.
Para poder acreditar la eficiencia energética de un inmueble se coloca una pegatina o etiqueta. Esta no solo sirve para acreditar que existe un certificado de eficiencia para el edificio, sino también que este edificio ha sido registrado y, además, se le asigna al inmueble el nivel de calificación de eficiencia energética.
Contenido del certificado energético
Toda certificación de eficiencia energética deberá reunir los siguientes elementos:
- Identificación del edificio y la parte que se certifica, en su caso. Este incluirá la referencia catastral.
- Indicar el procedimiento utilizado para obtener la certificación energética.
- Especificar la normativa sobre eficiencia energética y ahorro aplicada al momento de la construcción del inmueble.
- Describir las características energéticas de la propiedad. Estas pueden ser envolvente térmica, instalaciones técnicas, etcétera. También deberán aportarse otros datos empleados para obtener la calificación otorgada al edificio.
- Calificación de eficiencia energética.
- Recomendaciones para mejorar, de ser necesario, los niveles de eficiencia energética de un edificio.
¿Cuándo tramitarlo?
Si acabas de adquirir una propiedad, o vas a ponerla a la venta o en alquiler, es posible que te preguntes cuándo caduca el certificado energético. Debes saber que este tiene una validez de diez años y que es obligación del propietario del inmueble tener vigente este documento. ¿Y cuándo pedir la renovación del mismo? Existen varios supuestos por los que debe tramitarse este certificado, además, por supuesto, de venta o alquiler del inmueble:
- Cuando el certificado esté a punto de cumplir diez años.
- Cuando el último certificado tenga más de diez años.
- Después de la realización de reformas que permitan conseguir una mayor calificación energética. En este supuesto se encuentran, por ejemplo, los inmuebles en los que se han instalado paneles solares. ¿Y por qué es bueno mejorar la calificación energética? Debes saber que aumentar la calificación de la vivienda, también revaloriza el precio de la propiedad y que te permitirá venderla o alquilar por un importe superior; además, mejorar la eficiencia energética supone un ahorro en la factura de electricidad.
- Cuando el certificado tenga una calificación energética G. En estos casos, la validez máxima del documento será de cinco años.
¿Por qué renovar el certificado energético?
No solo es importante saber cuándo caduca el certificado energético, sino también la importancia de tener este trámite al día. Además de mejorar la calificación del inmueble y, en consecuencia, aumentar el precio del mismo, en caso de compraventa o arrendamiento, no contar con el certificado puede acarrear sanciones.

Según el artículo 21 del Real Decreto 390/2021, no cumplir con el certificado energético y las obligaciones que de él se desprenden, puede suponer multas para el propietario; estas sanciones, según lo dispuesto en el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana (Real Decreto Legislativo 7/2015).
Pero es importante también tener en cuenta que no solo se puede incumplir lo establecido en la Ley de Suelo, sino también los derechos del consumidor, según la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007). Es decir, no contar con el certificado puede suponer una doble sanción, pues no solo se incumple lo establecido en la Ley de Suelo, sino que también se puede poner en riesgo a los consumidores y usuarios (inquilinos).
Por otra parte, mejorar la eficiencia energética de un inmueble acarrea incentivos financieros para los propietarios. Y es que cuando se hace cualquier reforma a un edificio o parte del mismo, la administración pública vincula incentivos para mejorar la eficiencia energética al ahorro de energía previsto y logrado; para esto, se analizan los certificados expedidos con anterioridad y se comparan con los recién adquiridos.