Es posible confundir los términos cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación, pero se trata de conceptos diferentes. No son el mismo documentos, aunque, cuando se trata de un inmueble de obra nueva, es posible que ambos documentos confluyan en uno mismo. ¿Cuál es la diferencia entre cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación?
¿Qué es la licencia de primera ocupación?
La licencia de primera ocupación es, en realidad, uno de los tipos de cédulas de habitabilidad que existen. ¿Y cuál es la diferencia entre la cédula de habitabilidad y la licencia de primera ocupación? Para ello es importante que sepas qué es una cédula y los tipos que existen hoy en día. Para empezar, la cédula de habitabilidad es un documento que certifica que un edificio reúne todos los requisitos para vivir (salubridad, higiene, etcétera). La cédula de habitabilidad se clasifica, según la antigüedad de los inmuebles, en:
- De primera ocupación o licencia de primera ocupación. Es la que se otorga a los inmuebles de obra nueva.
- De primera ocupación por rehabilitación. Este tipo de cédula se otorga a los inmuebles que han sido reformados considerablemente.
- De segunda ocupación. Es una cédula que se otorga a propiedades ya construidas y habitadas con anterioridad. Suele darse cuando la primera cédula de habitabilidad caduca.

Diferencia entre la cédula de habitabilidad y la licencia de primera ocupación
De lo anterior se desprende que la diferencia entre la cédula de habitabilidad y la licencia de primera ocupación es que esta no es sino un tipo de cédula de habitabilidad; además, esta licencia de primera ocupación se requiere solo en inmuebles nuevos, a diferencia de la de habitabilidad que es necesaria para todo tipo de inmuebles que deseen darse en alquiler o ponerse en venta.
Otra de las diferencias más importantes entre estos documentos es su ámbito de aplicación. Y es que la cédula de habitabilidad solo es obligatoria en algunas Comunidades Autónomas: Asturias, Baleares, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja, Murcia y Navarra. En otras comunidades como Castilla y León y Galicia, la cédula de habitabilidad no es necesaria, pero sí la licencia de primera ocupación.
La importancia de la cédula de habitabilidad
Este documento es indispensable cuando se desea arrendar o vender una propiedad, pero también para dar de alta los suministros básicos como electricidad, gas natural y agua. Por otra parte, como la cédula es obligatoria en algunas Comunidades Autónomas, el no tenerla acarrea sanciones para los propietarios; en Cataluña, por ejemplo, el incumplimiento de esta disposición acarrea multas de entre 90.000 y 900.000 euros. Este documento, dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se encuentre el inmueble, tiene una vigencia de entre diez y quince años.
Cuando se trate de viviendas de obra nueva, entonces se solicita la licencia de primera ocupación. Sin este documento, el inmueble no será habitable, es decir, no será apto para permitir que se le use como vivienda. En consecuencia, no podrá venderse. La cédula de habitabilidad y la licencia de primera ocupación se tramitan en el Ayuntamiento del lugar donde se encuentre el inmueble; sin embargo quien expide el documento es la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo de cada Comunidad Autónoma.
Cuando no se cuenta con estos documentos, la vivienda puede venderse de todas formas, pero siempre que exista un compromiso por parte del comprador, a reformar o derribar la propiedad; que el inmueble no se destine para fines de vivienda y para lo cual también deberá de existir un compromiso registrado. Sin embargo, aunque la compraventa se puede realizar, el nuevo propietario no podrá escriturar ni registrar la vivienda hasta que no tenga dicha cédula de habitabilidad o el compromiso ante notario de reformar, derribar el inmueble o no utilizarlo como vivienda.
¿Por qué es importante la licencia de primera ocupación?
Con la licencia de primera ocupación es posible garantizar que un inmueble de obra nueva ha sido construido siguiendo los estándares de calidad y se ha cumplido el proyecto y condiciones por los que la licencia de concedió. Además, por supuesto, garantizar que la nueva construcción cumple los requisitos urbanísticos, ambientales y de seguridad que son necesarios para vivir en dicho edificio.

Recuerda que aunque la cédula de habitabilidad no es necesaria en muchas Comunidades Autónomas, la licencia de primera ocupación sí lo es; así que es requisito indispensable tramitarla si se quieren dar de alta algunos servicios básicos, y ya no solo en el caso de compraventa, sino cuando de alquiler se trata.
Lo ideal es solicitar esta licencia una vez que se han terminado las obras, pues el plazo para la emisión del documento depende de cada comunidad. No existe un plazo concreto, pero, en teoría, no debe excederse de tres meses. El precio de la misma dependerá de cada administración; además, este importe puede sufrir modificaciones según los metros cuadrados del inmueble o el tipo de construcción.