Para algunos, es un ático de diseño con vistas en el edificio más alto de la ciudad; para otros, un acogedor refugio en mitad del campo, alejado del mundanal ruido. Hay quienes se ven viviendo en enormes chalets con jardín y piscina privada, mientras que muchos se conforman con un modesto piso más modesto, pero eso sí, cerca de la playa. Es evidente: la descripción del “hogar perfecto” no es igual para todo el mundo. Sin embargo, lo que sí coincide es el camino que hay que seguir para poder encontrar la casa de tus sueños, sea la que sea. ¿A qué esperas para salir a buscar la tuya?
Cómo encontrar la casa de tus sueños
Ten en cuenta de cuánto dinero dispones y solicita una hipoteca
En primer lugar, debes determinar cuánto dinero tienes ahorrado para el pago inicial y los gastos de gestión, ya que sin esto te será difícil poder comprar la vivienda.
Actualmente, la mayoría de los bancos conceden hipotecas solo hasta el 80%, por lo que tendrás que tener disponible el resto del dinero para hacer frente a ese primer pago.
Hecho esto, tienes que elaborar un presupuesto sumando todos los gastos mensuales habituales (gasolina, comida, suministros, gimnasio, seguros, colegio…) y restar esa cifra al sueldo neto mensual. Así sabrás cuál es el importe máximo que te puedes permitir gastar cada mes en el pago de la hipoteca.
Ahora que ya tiene un rango de precios general con el que trabajar, puedes buscar casas que se ajusten a ese rango y ver qué bancos te permiten contratar una hipoteca que te permita pagarlas sin que su cuota exceda tu presupuesto mensual.

Elige la ubicación perfecta
¿En la ciudad? ¿Campo? ¿En las afueras? La mayoría de la gente puede adaptarse, pero estás buscando la casa en la que vivir el resto de tu vida, así que tienes que pensar muy bien en lo que necesitas. La proximidad al centro de trabajo, a determinados servicios e instalaciones -como colegios, hospitales, centros comerciales– o la existencia de zonas verdes en las que hacer deporte, pasear con tu mascota o jugar con tus hijos pueden ser determinantes.
También debes tener en cuenta que no todos los barrios son iguales. Algunos son tan silenciosos que no se oyen los coches; en otros, puede que el tráfico sea tan intenso que te moleste al dormir. ¿Hay obras en la calle o en edificios cercanos? ¿Funciona bien el servicio de recogida de basuras? ¿Está bien conectado con el transporte público o los accesos a la autovía? Todos estos factores debes tenerlos en cuenta a la hora de decidir la mejor ubicación para tu futuro hogar.
Tu casa, tu estilo
Muchos compradores afirman que “les da igual el aspecto que tenga su casa mientras sea suya”, pero es indiscutible que cada persona se siente más cómoda en un tipo de casa aunque no tengan un estilo favorito en particular.
¿Odias subir y bajar escaleras constantemente? Entonces, necesitas un piso en un edificio con ascensor. ¿Lo que no soportas es limpiar constantemente? Evita las viviendas modernas de diseño con un montón de ventanales. Una vez que hayas elegido el barrio en el que quieres vivir, resiste el impulso de visitar todas las casas disponibles. Elimina las viviendas que no se adapten a tus necesidades y concierta visitas solo en aquellas que se ajustan al tipo de casa que has elegido.

Decide a qué puedes renunciar y a qué no
Antes de empezar a buscar, anota las características no negociables que necesita tu nueva casa. Y cuanto más específicos sean los criterios, mejor. Esta es una buena forma de reducir el ámbito de búsqueda: por ejemplo, si para ti la terraza es un must porque tienes niños o mascotas, habrá muchas casas en venta que no pasen ese filtro y que no deberás molestarte en ir a ver.
Apunta en tu lista todo lo que necesitas (mínimo tres habitaciones porque ambos trabajáis desde casa, un cuarto de invitados porque os gusta tener visita, una cocina pequeña porque soléis comer fuera…), y cíñete a ella en todo momento, porque tiene una ventaja complementaria: evitarás añadir cosas que te llamen atención de otras casas que veas y que podrían subir el precio, pero que realmente no necesitas, como por ejemplo una cocina con isla o una chimenea decorativa.
Guarda información de las visitas
Es inevitable que a la cuarta o quinta casa que veas todo empiece a parecer confuso y borroso. Para ello, lo más recomendable es tener el móvil a mano y hacer fotos desde el primer momento. Inmortaliza todo lo que te guste de cada casa que visites, como una vista espectacular, una distribución concreta del salón, o cualquier cosa que te parezca incómoda o necesitada de reparación. Toma notas para recordar fácilmente qué características intentabas captar en las fotos, y así tendrás un resumen de la casa que podrás revisar más tarde para decidir los pros y los contras de cada una.
Deja de buscar
En algún momento, hay que dejar de buscar otras opciones. Algunos compradores siguen buscando incluso después de haber aceptado una oferta por una casa estupenda, porque siguen creyendo que podría aparecer algo mejor. Y esto es un error, porque al final hay que estar satisfecho con las opciones disponibles y tomar una decisión. Al fin y al cabo, encontrar la casa de tus sueños puede suponer tener que hacer un par de concesiones aquí y allá para poder disfrutar durante años del mejor hogar posible para ti y para tu familia.